Los toldos verticales, también llamados toldos laterales, están de moda. No es de extrañar, ya que son muy sencillos de instalar y sus resultados son muy eficaces.
Estos toldos ayudan a conseguir una temperatura interior muy agradable, proteger de la radiación solar, del viento, o incluso, conseguir más intimidad en ciertos espacios como, por ejemplo, en grandes cristaleras o en balcones. Además, con los toldos verticales se puede reducir el consumo energético de forma considerable.
En muchas ocasiones los toldos laterales complementan otros sistemas o instalaciones de toldos para crear espacios más agradables al aire libre. Ejemplos muy claros son comercios de hostelería donde cubren sus terrazas al aire libre con este tipo de toldos.
Los toldos laterales están hechos a medida y pueden ser manuales, mediante una manivela o con un motor, con el que poder accionar fácilmente con un mando a distancia o con sensores de viento y sol.
Dentro de los toldos verticales podemos encontrar varios tipos de toldos:
- Toldo vertical clásico: este modelo es el más básico de todos, no necesita caja protectora y se puede elegir el material de los rieles laterales entre: acero inoxidable, acero cromado o rieles de aluminio. Gracias a su diseño es compatible con la mayoría de edificios.
- Toldo vertical con dos formas de caja: donde se puede elegir entre una caja un poco más moderna cuadrada o una redonda más clásica y elegante . Este tipo de toldo puede instalarse sin ningún problema en cualquier fachada.
- Toldo vertical con tres riele laterales: gracias a los materiales (aluminio, acero inoxidable o barras de acero cromado) con los que encontramos este tipo de toldos tenemos muchas posibilidades de emplearlo en balcones o porches.
- Toldo vertical con película transparente PVC: con este toldo es posible relajarse al aire libre sin corrientes de aire ni lluvia. Dejando así un espacio muy luminoso y con una visión absoluta del entorno. Ideal para negocios con terrazas.
